La magia del baile
una forma de expresión
El baile es una de las formas más profundas y emocionantes de expresión humana. A lo largo de la historia, ha sido una herramienta para comunicar emociones, contar historias y celebrar la vida en todas sus facetas. Desde las danzas rituales de las antiguas civilizaciones hasta los estilos contemporáneos que reflejan la diversidad cultural y la evolución de la sociedad, el baile sigue siendo una poderosa forma de conectar con uno mismo y con los demás
El baile es una forma de expresión porque permite a las personas comunicar emociones, sentimientos y pensamientos de una manera no verbal y artística. A través del movimiento del cuerpo, la danza puede transmitir mensajes profundos y complejos que van más allá de las palabras.
Pole dance studio Black Rose
Cynthia Elizabeth Zamora Lomelí, licenciada en derecho especializada en derecho mercantil, se vio desencantada por el ambiente de corrupción y valores contradictorios en su campo laboral. Aunque se dedicó brevemente a la cobranza mercantil, no encontró satisfacción ni pasión en esa área. Sin embargo, su vida dio un giro cuando descubrió el Pole Dance, una forma de expresión que combina fuerza, gracia y pasión, llevándola a explorar un nuevo camino lleno de arte y libertad.
Del ejercicio al arte, la historia de Cynthia Elizabeth Zamora en el pole dance
Pole dance studio Black Rose
La evolución del pole dance en México ha sido marcada por varios eventos clave
Introducción en Gimnasios y Estudios (2000s): El pole dance comenzó a ser visto como una forma de ejercicio.
Primeras Competencias y Exhibiciones (2005-2010): Ayudaron a legitimar la disciplina como un deporte y arte escénico.
Fundación de la Federación Mexicana de Pole Sports (2013): Profesionalizó y estandarizó el pole dance en México.
Campeonato Nacional de Pole Dance (2014): Consolidó el pole dance como una disciplina competitiva.
Reconocimiento por la Federación Internacional de Pole Sports (2015): Permitió a atletas mexicanos competir internacionalmente.
Medios de Comunicación y Redes Sociales (2010s-Presente): Han cambiado la percepción pública, presentando el pole dance como ejercicio, arte y deporte.
Inclusión en los Juegos Mundiales (2021): Aumentó su aceptación global y local.
Salon 26
Denise Sahagún Castellanos, una mujer de 37 años que decidió dejar atrás su empleo en el módulo del INE tras casi una década para seguir su verdadera pasión: el baile.
Un Refugio para los Amantes del Baile.
Ocotlán, Jalisco – Desde su apertura el pasado jueves, Salón 26 ha establecido un nuevo estándar para la vida nocturna en la región ciénega. Localizado en Reforma #332, Col. Centro, este innovador salón de baile opera de jueves a domingo, de 7 de la noche a 2 de la mañana, ofreciendo una experiencia única con su servicio de coctelería y barra de botanas de cortesía.
Detrás de este emocionante proyecto se encuentra Denise Sahagún Castellanos, una mujer de 37 años que decidió dejar atrás su empleo en el módulo del INE tras casi una década para seguir su verdadera pasión: el baile. "El baile no es solo un gusto, es un amor y una pasión que yo le tengo. Esa sensación tan única que te da bailar, de ser tú mismo, de sentirte libre, es algo que me ha encantado desde que tengo memoria", expresó Denise.
Salón 26 ofrece una pista de baile y diversas temáticas, como noches ochenteras y noches de salsa, que aseguran una velada memorable para todos los asistentes. "Quiero que Ocotlán tenga un espacio cultural y artístico donde podamos socializar y practicar los pasos de baile aprendidos en las academias", comentó Denise. "Muchos de mis amigos y colegas solían viajar a Guadalajara para encontrar un lugar adecuado para bailar, y fue entonces cuando pensé que había una oportunidad en nuestra propia ciudad."
Denise comenzó su relación con el baile a una edad muy temprana y ha dedicado casi 14 años de manera ininterrumpida a su formación en diversos estilos, destacando su preferencia por el baile en tacones, conocido como "heels". Esta dedicación se refleja en la atmósfera de Salón 26, donde se fusionan arte y deporte en cada evento
El objetivo de Salón 26 es posicionarse como el mejor lugar para bailar, divertirse y socializar en la región ciénega. Además de su coctelería tropical, el salón busca crear experiencias únicas e inolvidables para sus clientes. Denise también tiene planes ambiciosos de expandir su concepto a otros municipios, llevando la cultura del baile a más comunidades.
Quiero promover el arte y la cultura del baile, mejorar el bienestar físico, emocional y mental de nuestros clientes, y crear un lugar seguro y acogedor para todos", explicó Denise. "Mi objetivo personal es seguir bailando hasta el último día de mi vida, y quiero que Salón 26 sea un lugar donde todos puedan encontrar esa misma pasión y alegría."
Desde su inauguración, Salón 26 ha recibido una cálida acogida por parte de la comunidad, convirtiéndose rápidamente en el punto de encuentro preferido para los amantes del baile. Con su enfoque en la calidad, la elegancia y la diversión, Salón 26 está listo para convertirse en el destino nocturno por excelencia en Ocotlán y más allá.
Danza Polinesia Molokai
Isabel Guadalupe Sánchez Rodríguez es una bailarina con una impresionante trayectoria de 23 años en el ballet Molokai en la casa de la cultura de Ocotlán Jalisco. Con una formación inicial en baile tanto para mujeres como para hombres, destacó rápidamente en la academia. En tan solo 3 meses, se unió al equipo de suplentes de bailarinas profesionales, y en 8 meses, ya era parte del equipo oficial de las principales bailarinas. Durante 15 años, dejó su huella en la academia del ballet Molokai, demostrando su talento y dedicación en cada actuación.
Redefiniendo el Ballet Molokai: Isabel Sánchez Rodríguez y la Inclusión de Hombres en la Danza Polinesia
Danza Polinesia Molokai
El ballet Molokai, o danza polinesia Molokai, tiene profundas raíces culturales en las tradiciones polinesias, especialmente de Hawái. Esta disciplina combina movimientos fluidos y gestos que cuentan historias, acompañados de música tradicional con tambores y ukeleles. Los bailarines visten trajes tradicionales con faldas de hierba y collares de flores, y la danza posee un significado espiritual utilizado en ceremonias y festivales.
Tradicionalmente, tanto hombres como mujeres participan, con roles y movimientos diferenciados, y ha jugado un papel crucial en la preservación de la historia oral y las tradiciones polinesias.